Wednesday, May 13, 2009

La crisis y el voto


Sin haber tocado fondo aun en la muy grave crisis económica, el azar vuelve a jugarle a México otra de sus acostumbradas bromas pesadas con la nueva crisis de salud pública por el virus de la influenza…


Mucho se ha dicho y seguirá escribiéndose de esta epidemia así como de las consecuencias por las medidas adoptadas para hacer frente a esta “contingencia sanitaria”… pero también hemos sido testigos absortos de las reacciones positivas y otras no tanto en torno a la prudencia o lo excesivo de las medidas adoptadas para aislar y contener el contagio entre la población.


Considero aun prematuro adoptar una opinión definitiva criticando o aplaudiendo las medidas para defendernos de la nueva gripe y será en un tiempo corto creo, que la sociedad misma emitirá su juicio y ese si será definitivo…


Mientras tanto, la joven generación que conocía solo por referencias, recuerdos y comentarios de los mayores resultaron afectados por anteriores crisis más o menos profundas, ahora nos toca la piel, nuestra circunstancia y nuestras vidas la hostilidad desconcertante de estas crisis que muchos suponíamos estaban superadas o mejor dicho, que el país estaba ya preparado para hacerles frente…


La realidad presente nos obliga a los jóvenes a tomar conciencia de que nuestro futuro no tiene porque ser una triste y opresiva repetición de la misma historia de siempre, ni tiene que ser como un destino fatal el caer siempre en los mismos agujeros, aunque eso confirme la vieja teoría de que el ser humano es el único ser de la creación que se tropieza con la misma piedra a pesar del daño que esto le cause…


No se puede ser tan conformista, no se debe permanecer sumisos, resignados e inmóviles ante las dificultades multiplicadas que nos heredan y tendremos los jóvenes que abandonar la modorra que nos deja la eterna fiesta y actuar, participar más en y ante la opinión pública e influir en la toma de todas las decisiones que nos afectan y que otros aprovechándose de nuestra credulidad y muchas veces hasta ingenuidad, nos imponen tranquilamente, desvirtuándose para nuestro mal y para nuestro perjuicio la obligación de nuestros representantes populares por servir y no servirse de la sociedad…


Por ello, considero un grave error que los jóvenes nos abstengamos de votar por falta de confianza en la limpieza electoral y creo que si ahora los partidos ni nos oyen ni nos ven, solo será con nuestros votos que podremos exigirles resultados mejores en el acto de gobierno con la obligación de rendir cuentas claras y para que este país si no puede elegir a los mejores, cuando menos sean los menos peores… ¡Eso creo!