Saturday, February 14, 2009

Ética y Negocios


Ahora que se está recordando el nacimiento del famoso naturalista Charles Darwin debemos partir del hecho que la evolución humana es un esfuerzo para adaptarse a la naturaleza que evoluciona constantemente también…

 

En la medida que el ser humano progresa porque su función de pensar y de razonar mejora, aparece gradualmente la convicción de que el futuro debe ser mejor que el presente y surgen así los ideales que son verdaderas anticipaciones del porvenir…

 

Los ideales hacen surgir ciertos valores que son indispensables para poder avanzar como sociedad y así se vuelven patrimonio humano el afán de belleza, de justicia, del bien, de libertad, la equidad, la solidaridad, la verdad y la ética entre otros muchos que necesariamente deben presidir los actos de todo individuo…

 

Como las empresas son esfuerzos de un grupo de individuos y sus efectos, sus ámbitos de acción y sus consecuencias se reflejan en la sociedad misma, evidentemente en los negocios y la actividad de toda empresa normal deben estar regidas por la ética más elemental…

 

Sin embargo, en el curso de la historia humana han habido épocas donde surgen ímpetus de crecimiento, etapas con intensos anhelos de superación y hasta de perfeccionamiento humano integral como en el Renacimiento… pero hay otras épocas donde los ideales son rebajados y los valores olvidados regresándose al primitivismo, las supersticiones y los dogmatismos fanáticos para hacer daño…

 

Existen pues eras, épocas, largas temporadas de rebajamiento humano donde son más los egoísmos, los vicios, los delitos, los abusos y la depravación como en los tiempos actuales del bien llamado por los economistas “capitalismo salvaje”.

 

Hoy los negocios de las grandes empresas trasnacionales están regidos por las ganancias exageradas e inmediatas; los bancos norman sus acciones por la usura despiadada en sus comisiones y en las tasas de interés activas, pero incumplen con su función primordial de agilizar el crédito en condiciones accesibles…

 

Es la avaricia, la especulación y la codicia sin límites morales las que determinan hoy las actividades de los fondos de inversión y de las calificadoras para defraudar impunemente al ciudadano común y de buena fe que es víctima por millones y por doquier, por la falta de regulaciones, la impunidad y también la complicidad de las estructuras de los gobiernos ante los delincuentes de la denominada “aristocracia” de los crímenes financieros y económicos que desestabilizan naciones enteras y hunden en la miseria a la humanidad otra vez con extrema crueldad de unos pocos.

 

Sería larga y difícil  la lista de hechos criminales al amparo de dogmas económicos fracasados, solo y para concluir menciono, el caso paradigmático, casi insólito de un solo individuo… Bernard L. Madoff, que defraudó con $50 mil millones de dólares a cientos de miles de personas en el mundo y no pasa nada.

 

Muy grave sería que a pesar de estas amargas experiencias, mas sociedades no modificaran el modelo económico deshumanizado que ha hundido la economía del orbe y ha enriquecido solo a unos cuantos que socavan totalmente con su conducta inmoral la confianza en los negocios lícitos.